
La inseguridad golpea de nuevo a Bogotá y esta vez el epicentro fue la localidad de Suba. En el barrio San Cipriano, dos panaderías fueron víctimas de violentos robos en menos de 24 horas, dejando a la comunidad aterrada y con un sentimiento de indefensión creciente.
El primer episodio ocurrió en la tarde del lunes, cuando dos hombres armados irrumpieron en una panadería del sector, encañonando a las trabajadoras y a los clientes que se encontraban en el lugar. Uno de ellos puso el arma directamente en la cabeza de una de las empleadas, obligándola a entregar el dinero del producido del día. El momento de terror se intensificó cuando un cliente ingresó al local sin saber lo que pasaba: al intentar huir, fue alcanzado y despojado de sus pertenencias.
“Fue un taquillazo, entraron y en segundos encañonaron a las personas. Hoy contamos con suerte porque pudo terminar en homicidio”, relató un vecino del sector, quien además aseguró que los ladrones parecían estar bajo efectos de sustancias.
Horas más tarde, la historia se repitió en otra panadería del mismo barrio. Esta vez los delincuentes rompieron una reja y lograron ingresar durante la madrugada. Al revisar las cámaras de seguridad, los propietarios descubrieron que una mujer había sido la responsable. “Encontramos los productos regados, la pared dañada y la nevera abierta. Al revisar bien, nos dimos cuenta que se habían llevado el dinero”, relató una de las trabajadoras.
Según la Policía Metropolitana de Bogotá, los uniformados ya se encuentran tras la pista de los delincuentes, especialmente de los hombres que huyeron en motocicleta tras el primer robo. Sin embargo, los habitantes de San Cipriano reprochan la demora en la respuesta: “la patrulla llegó casi media hora después del atraco”, señalaron.
La comunidad exige más patrullajes, cámaras de seguridad y controles efectivos, pues aseguran que este tipo de delitos se ha vuelto frecuente en el sector, amenazando a los comerciantes y deteriorando la convivencia.