
La construcción de la primera línea del Metro de Bogotá, que avanza en un 62% según cifras oficiales, quedó en el centro del debate público después de un accidente ocurrido el viernes 12 de septiembre en la avenida NQS con calle 16 Sur. En el hecho, un bus de TransMilenio colisionó con maquinaria de la obra, dejando cuatro personas heridas, aunque ninguna de gravedad.
La Empresa Metro de Bogotá lamentó lo sucedido y emitió un fuerte pronunciamiento en el que exigió a la concesionaria Metro Línea 1 S.A.S. reforzar las medidas de seguridad en los frentes de obra para proteger a los ciudadanos y al sistema de transporte masivo de la capital.
El gerente de la entidad, Leonidas Narváez, envió un oficio con instrucciones específicas:
- Garantizar señalización horizontal y vertical en todos los frentes de obra.
- Adoptar cerramientos diferentes a la polisombra, que permitan circulación segura de los buses.
- Designar un profesional de enlace en el Centro de Control de TransMilenio, encargado de coordinar actividades y tránsito de maquinaria.
- Mantener un programa de formación permanente para auxiliares de tráfico, con el fin de reducir riesgos durante la obra.
Mientras tanto, los primeros seis vagones del metro reposan en el patio taller de Bosa, donde serán sometidos a pruebas antes de ser integrados a la operación.
El alcalde Carlos Fernando Galán reiteró su compromiso con la megaobra:
“El metro será el punto de inflexión en la forma en la que los bogotanos se van a transportar. Agradecemos a TransMilenio por mantener la ciudad operando en medio de tantas dificultades”, subrayó.
El accidente obligó a suspender momentáneamente las labores en el sector, pero las autoridades insisten en que el cronograma del proyecto se mantiene firme y la seguridad será prioridad en lo que resta de la construcción.