
Las beneficiadas de la Reforma Agraria impulsada por el Gobierno del presidente Gustavo Petro, son madres cabeza de familia de los municipios de Planeta Rica y Sahagún.
Las tierras fueron adquiridas mediante procesos de compra directa a particulares: tres predios ubicados en Planeta Rica, que en conjunto suman 940 hectáreas, y el predio La Macarena, en el municipio de Sahagún, con una extensión de 222 hectáreas.
“Hoy estamos de fiesta en Planeta Rica, nos sentimos felices y orgullosas por este regalo que nos ha hecho el presidente Petro. Esto nos motiva a seguir adelante, porque antes no éramos escuchadas. Ahora, gracias a la tierra, al trabajo y a los proyectos productivos, podemos sacar adelante a nuestras familias y producir para la comunidad», manifestó emocionada Denis Zarabia Reyes, integrante de la Asociación Rosmu, favorecida con un predio en el corregimiento Campo Bello.
Gracias al Decreto 1396 de 2024, que creó el Programa Especial de Acceso a Tierras para Mujeres Rurales, muchas de ellas dejan de ser jornaleras en tierras ajenas para convertirse en propietarias.
“Nos sentimos muy felices y dichosas, porque fueron muchos años esperando que los gobiernos nos tuvieran en cuenta y hoy, gracias a Dios, el Gobierno nos cumple. Nos han dado esta tierra para trabajar y producir alimentos para nuestra soberanía alimentaria y para los colombianos», expresó Marledis Montes, campesina de la asociación Rosmu.
La materialización de este sueño significó una ruptura con el histórico esquema de concentración de la tierra en dos de los municipios más representativos de Córdoba.
En estos territorios, donde por décadas predominó la propiedad en pocas manos, la baja productividad agrícola y la ausencia de proyectos colectivos, hoy se abre paso un horizonte de equidad rural, dinamismo productivo y verdadera transformación rural.
Durante el acto, el director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Felipe Harman, destacó la importancia histórica de este paso para las mujeres rurales y el compromiso del Gobierno con la equidad en el campo.
“Las mujeres de Colombia llevaban tres siglos sin tener derecho a la propiedad; ese derecho llegó casi al mismo tiempo que el derecho al voto y ningún gobierno les había entregado tierras. Quiero que salgan de aquí y vayan a su finca a trabajar, a sembrar el campo, a sembrar la paz, a sacar adelante a sus familias con perrenque y pujanza», concluyó Harman.