
El caso de Valeria Afanador Cárdenas, la niña de 10 años con síndrome de Down desaparecida en Cajicá el pasado 12 de agosto, sigue conmocionando a Cundinamarca y a todo el país. Las autoridades han intensificado la búsqueda con más de 190 personas en terreno, entre Policía, Gaula, Bomberos, defensa civil y voluntarios, coordinados desde un Puesto de Mando Unificado.
Las cámaras del colegio Gimnasio Campestre Los Laureles registraron a Valeria ingresando a una zona de arbustos cercana al río Frío, sin que se le viera regresar. A partir de allí, la operación de búsqueda ha incluido dragado en el afluente, patrullajes caninos y barridos en veredas rurales.
Un nuevo giro surgió en las últimas horas: el abuelo paterno de la menor aseguró que testigos habrían visto a “un hombre alto y corpulento” llevándose a la niña, aunque esta versión no ha sido confirmada oficialmente. La Fiscalía y el CTI evalúan todas las hipótesis.
La Gobernación de Cundinamarca elevó la recompensa a 50 millones de pesos para quienes aporten información clave sobre el paradero de la menor. La comunidad, en tanto, ha inundado Cajicá de carteles con la foto de Valeria, y sus padres imploran que la niña regrese sana y salva.
Mientras tanto, las autoridades llaman a la ciudadanía a evitar difundir rumores y a colaborar con información veraz. La desaparición de Valeria es hoy uno de los casos más sensibles de la región y concentra todos los esfuerzos institucionales.