Actividades del grupo de Monitoreo de Biodiversidad confirmaron la presencia del pez capitán de la sabana (Eremophilus mutisii) en la Reserva Distrital de Humedal La Conejera.
De acuerdo con la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá (SDA), este registro reciente revaloriza el papel de los humedales bogotanos como refugios para la fauna nativa y abre una ventana de oportunidad para fortalecer acciones de conservación basadas en evidencia local, toda vez que el escaso registro de la especie dificulta el seguimiento de la población como aporte a la conservación.
El capitán de la sabana es un bagre endémico del altiplano cundiboyacense, descrito por primera vez por Alexander von Humboldt en 1805, que habita ecosistemas de aguas frías (ríos, lagunas, embalses y humedales, entre ~2.500 y 3.100 m s. n. m). Además de su singularidad biogeográfica, cumple funciones ecológicas clave, gracias a que aprovecha la materia orgánica del fondo (bentónico) y participa en la dinámica trófica de estos sistemas.
Varias investigaciones reportan registros de pez capitán en la sabana de Bogotá. Sin embargo, este nuevo registro en la RDH La Conejera es especialmente significativo ya que en investigaciones recientes, la especie no se registró en la cuenca del río Bogotá, lo que reforzó la idea de su ausencia en ambientes urbanos capitalinos (incluidos los humedales). Incluso en la RDH Santa María del Lago, se mencionan presencias históricas pero sin reportes oficiales ni avistamientos en los últimos años.
Adicionalmente, se ha reportado que la especie, sufrió un declive asociado a la degradación y fragmentación del hábitat; la contaminación; el crecimiento de algas microscópicas (eutrofización), y la sobrepesca y la presión de especies introducidas como la trucha y la carpa, factores históricamente documentados para su rango natural.
De acuerdo con el grupo de Monitoreo de la Biodiversidad de la Subdirección de Biodiversidad de la Secretaría Distrital de Ambiente de Bogotá (SDA), que hoy se confirme la presencia de este pez en la RDH La Conejera subraya tanto la resiliencia de la especie como los resultados de manejo, conservación y mantenimiento por parte de la administración de los humedales.
Asimismo, orienta las medidas sobre presiones conocidas (vertimientos, aislación hídrica, macrófitas invasoras) que históricamente desplazaron al pez capitán, como continuar el monitoreo estandarizado (biótico y fisicoquímico), fortalecer la educación y participación comunitaria, y articular la gestión local con lineamientos nacionales de conservación de esta especie.
