
El Gobierno del presidente Gustavo Petro radicó este lunes en la Cámara de Representantes su última y más ambiciosa reforma tributaria, con la cual espera recaudar 26,3 billones de pesos para cubrir el déficit del proyecto de presupuesto de la Nación para el 2026, que asciende a 557 billones de pesos.
La iniciativa, presentada por el ministro de Hacienda, Germán Ávila, plantea un giro en materia fiscal con medidas que apuntan a sectores estratégicos de la economía: incremento de la sobretasa al impuesto de renta para instituciones financieras del 40% al 50%, IVA del 19% para apuestas en línea, gravámenes a plataformas digitales internacionales de streaming y cobros a actividades comerciales de las iglesias.
El documento de 86 artículos también contempla aumentar el impuesto al carbono, subir los gravámenes al consumo de cigarrillos, licores y tabaco, y fijar IVA del 19 % a boletas de cine, conciertos y partidos de fútbol cuando superen los $470.000.
Ávila defendió la propuesta en el Capitolio Nacional asegurando que busca “garantizar estabilidad fiscal y responsabilidad en el gasto público”, aunque reconoció que el proyecto enfrenta un camino difícil en el Congreso, donde la oposición ha mostrado férrea resistencia.
La nueva reforma llega en medio de la recta final del Gobierno Petro, y su aprobación —con cuatro debates pendientes— se perfila como una de las batallas legislativas más complejas del actual periodo político, justo cuando el país vive tensiones económicas y los congresistas miran ya hacia las elecciones de 2026.